Cuando somos papás o mamás primerizos y vemos a nuestro pequeño dar sus primeros pasos, surge un mar de dudas, especialmente al iniciar la escuela infantil. Sabemos que en casa es mejor que los peques vayan descalzos para fomentar su desarrollo integral, pero en un entorno nuevo, ¿qué calzado elegir que los mantenga protegidos sin interferir en el crecimiento de sus piececitos?
A continuación, te presentamos las 6 características que debe tener el calzado respetuoso ideal para los más pequeños:
1. Puntera anatómica
El calzado debe tener una puntera anatómica, es decir, lo suficientemente ancha y alta para que los deditos se muevan libremente. La forma cuadrada de la puntera permite que los dedos no se compriman lateralmente, evitando lesiones y molestias. Además, la zona del antepié debe ser blanda y ligera, permitiendo la correcta flexión de los deditos al caminar y jugar.
Consejo: Para verificar que el calzado tiene la puntera adecuada, saca la plantilla interna y compárala con la anchura del pie de tu bebé. Esto asegura que haya suficiente espacio para sus deditos.
2. Suela fina y sin tacón
La suela debe ser ligera y flexible, casi imperceptible para el pie del bebé (hay modelos con suela de solo 2 mm). Debe permitir que el pie se adapte al suelo sin restringir su movimiento natural. Recuerda que su única función es aislar el pie del suelo, y una suela antideslizante es ideal para prevenir caídas.
Es fundamental que la altura de la suela sea uniforme, es decir, que no tenga tacón. Esto asegura que el peso del cuerpo se distribuya correctamente y evita problemas en el desarrollo muscular.
3. Suela flexible y torsionable
El calzado debe ser tan flexible que puedas torsionarlo con facilidad con las manos. Esto permite que el pie del bebé se mueva naturalmente, favoreciendo el correcto desarrollo de sus huesos y músculos. Un material blandito facilita esta flexión.
4. Sin contrafuerte y de caña baja
El contrafuerte es la parte trasera del calzado que proporciona soporte al talón. En el caso de los bebés, no es necesario y puede limitar el movimiento natural del tobillo. Además, un calzado con caña baja permite una mayor libertad de movimiento, evitando roces y caídas.
5. Adaptación regulable
Los pies de los bebés vienen en diferentes formas y tamaños. Por ello, es importante que el calzado tenga un sistema de sujeción ajustable, como una cinta de velcro. Esto permite que se adapte a diferentes tipos de pies y que, a medida que crecen, puedan ponerse y quitarse los zapatos de forma autónoma.
6. Plantilla extraíble y sin forma
Las plantillas extraíbles facilitan la higiene del calzado, evitando el crecimiento de hongos y bacterias. Además, permiten verificar el ajuste del zapato al pie del bebé y aseguran que no tenga elevaciones que puedan ser perjudiciales para su desarrollo.
Conclusión
Elegir el calzado adecuado para los primeros pasos de tu bebé es fundamental para su salud y desarrollo. Ten en cuenta estas características y asegúrate de que los zapatos que elijas no solo los protejan, sino que también les permitan moverse y crecer libremente. ¡Tus peques te lo agradecerán!